Cómo penalizar a Rusia por su intervención en Crimea

 

Por: José Ignacio

 

5 de marzo de 2014

 

Rusia se ha situado en una posición de fuerza: no sólo ha tomado Crimea bajo su control definitivo sino que desde ahí y con la ayuda de otros elementos (energía pero también movilizaciones) se dispone a mantener a Ucrania en constante situación de crisis, impidiendo que esta avance en las necesarias reformas democráticas y económicas, así como en la consecución de la paz social. EEUU y la UE han avisado de que la toma de Crimea tendrá "consecuencias", pero no han detallado qué consecuencias. Es urgente suspender toda cooperación económica con Moscú, argumentamos en esta nota del European Council on Foreign Relations (¿How to impose costs on Russia?). En ella proponemos:

 

    Apoyar al gobierno de Kiev, tanto con medios económico y financieros como en lo referido a la puesta en marcha de un gobierno de coalición de amplio espectro.

    Garantizar que las elecciones del 25 de mayo y los cambios políticos y constitucionales puedan celebrarse en condiciones de normalidad.

    Elevar la presencia de autoridades europeas e internacionales en Ucrania, incluyendo ONU, FMI y, sobre todo, OSCE, especialmente en lo referente a Crimea, donde se deberían enviar observadores.

    Elevar la presión sobre Rusia, lo que incluye cancelar los acuerdos del gasoducto “South Stream” y detener las conversaciones sobre liberalizaciones de visados.

 

    Imponer una prohibición de viajar a la UE y la congelación de las cuentas de los miembros del Consejo de la Federación Rusa que autorizaron a Putin a intervenir en Ucrania. Amenazar con bloquear cuentas de empresas rusas en la UE.

    Poner en marcha una ofensiva diplomática con los vecinos rusos en Asia Central para que presionen a Moscú y le obliguen a garantizar su integridad territorial. Nadie está seguro en la vecindad de Rusia.

 

El mensaje a Rusia tiene que ser claro: no podemos mantener relaciones normales con ella mientras que Rusia no mantenga relaciones normales con sus vecinos. No business as usual